CONQUISTANDO LAS PROMESAS DE DIOS

Toda competencia deportiva sea futbol, atletismo, ciclismo, natación, entre otras tiene una meta definida conquistar el triunfo, obtener el premio.

A menudo hablamos de la tierra prometida, el lugar donde fluye leche y miel, que Dios prometió al pueblo de Israel, cuando fueron libres de la esclavitud de Egipto.

Sin embargo, antes de que pudieran entrar y tomar posesión de esta tierra, la cual era prospera y rica, tenían que conquistar y pasar un muro muy alto e intimidante que rodeaba a Jericó el cual se interponía entre ellos y la tierra prometida. 

En el libro de Josué capitulo 6:2 se nos dice que las puertas de Jericó estaban bien cerradas, puedes imaginar lo desanimados que estaban, al ver Dios su desesperación les envía una palabra, todos ellos la recibieron ya que era una promesa de Dios que entrarían en su tierra prometida, ¿tienes una palabra de Dios?

La lección que aprendemos es que si como cristianos, no nos mantenemos firmes en la palabra que Dios nos ha dado al ejercer nuestra fe, viviremos nuestras vidas sacudidas por las circunstancias y opiniones de quienes nos rodean.

Por eso importante rodearnos de personas de fe y de principios afines, que eligen adoptar una perspectiva del reino cuando se enfrentan a los desafíos de la vida.

Josué y Caleb eran este tipo de personas, que cuando se les envió a espirar y reconocer la tierra prometida, vieron los desafíos a través del lente de la fe y no del miedo. Ellos guiaron a Israel superando todos los obstáculos y desafíos.

PRINCIPIOS PARA VER CUMPLIDAS LAS

PROMESAS

1.  La presencia de Dios debe estar con nosotros siempre(el Arca del pacto) 

Josué 6:6 y 11-12. Una de las instrucciones que Dios le dio a Josué fue que el arca del pacto debía ser transportado por los levitas los 7 días alrededor de los muros.

Si tu presencia no va conmigo, yo no voy, Dios quiere que sepamos, que para conquistar las promesas que EL nos ha dado necesitamos siempre que su presencia y respaldo vaya adelante y con nosotros, Éxodo 33:15.

2.  LA FE ¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE?         

• La fe te hace soñar (Josué 6:1-2).        

En este caso debían conquistar la gran ciudad de Jericó. Esta ciudad tenía dos muros: el primero de dos metros de grosor y el segundo de cuatro metros.

Pero la fe en Dios y en Sus promesas los llevó a creer que era posible no sólo superar estos muros sino vencer a los varones de guerra de la ciudad de Jericó. La fe te hace creer que es posible avanzar con Dios y derrotar los más grandes obstáculos.    

• La fe genera obediencia (José 6:3-5).

Nunca se había conquistado una ciudad de esa manera (dando siete vueltas), era “ilógico”. Sin embargo, la fe nos lleva a obedecer a Dios sin cuestionarlo.

Quizá ellos experimentarían la burla de los soldados de la ciudad, o de pueblos ajenos. Pero los desafíos que Dios nos pone delante requieren fe y obediencia. Cuando hacemos esto vemos la gloria del Señor. 

3.  LA PUREZA          

• Dios espera pureza en medio de su ejército.     

 

Debemos tener en cuenta varias cosas en el comienzo de la conquista de las ciudades cananeas, pues esto determinará la toma del resto de las ciudades. Vemos que Israel experimenta la derrota después de una gran victoria, Josué 7:2-5.

 

Hai significa: montón de ruinas, basura. Era una ciudad pequeña. Esto nos habla de aquellas ruinas o cosas del pasado que pueden volver con la intención de destruir, y también nos habla de cosas pequeñas que pueden provocar grandes fracasos y dolores.   

• Es fundamental el arrepentimiento, Josué 7:12-13.

 

Josué entra en una crisis y busca a Dios al respecto. El Señor habla y revela que todo esto se debe al pecado oculto de Acán. El principio que opera es que el pueblo de Dios debe apartarse de lo malo, actuar con sinceridad y arrepentimiento ante las cosas “pequeñas”. Recordemos que la Biblia dice: “las zorras pequeñas echan a perder las viñas”).

4.  LA CONSTANCIA ES REQUERIDA PARA CONQUISTAR LAS PROMESAS DE DIOS, Josué 8:1-2.

• Josué debía vencer sus temores y su desánimo.     

 

Seguramente Josué no tenía el mismo ánimo para subir contra Hai. Cuando se ha vivido fracasos pasados y éstos han dejado profundas huellas y dolor, no se quiere volver a intentarlo. Cuando las cosas salen mal el desánimo quiere anidar en el corazón e impedir volver a intentarlo. Josué debe intentarlo de nuevo, pero ahora cuenta con más experiencia y sabiduría.        

• El esfuerzo y la perseverancia son características de un guerrero que alcanza la victoria.         

 

Después de lo ocurrido Josué lo hizo de nuevo: Josué 8:18… Perseveró hasta obtener una completa victoria: Josué 8:26-28. Tal vez hubo fracasos antes, quizá la situación empeora, pero huir no es la solución, debemos ir a la presencia de Dios, seguir Su consejo y avanzar en Su nombre.

5. Los muros serán derribados y se convertirán en puentes para conquistar las promesas

Cuando tienes una palabra de parte de Dios, no importa lo que se quiera interponer en tu camino, sean muros u obstáculos, son temporales y estan sujetos al dominio de nuestro Dios. Josué 6:20, 2 Corintios 4:16-17, Romanos 8:31.

6.  Ser valiente ante la intimidación 2 corintios 4:18

7. Caminar en alabanza de victoria diariamente y entregarnos al señorío de Dios.

1 Corintios 1:20, Deuteronomio 3:22-24. Después de entrar y tomar la tierra prometida, Josué decidió en su corazón dedicar todo el botín de Jericó, plata, oro, vasos de bronce y la tierra a Dios. Estas cosas eras sagradas para Dios, y él tiene el firme compromiso de poner a Dios primero y honrarlo.

Cuando Dios orquesta una victoria en nuestras vidas, es digno de recibir la primicia de la bendición. Mateo 6:33.

Recuerda esta semana tu actitud, determinará que el poder de Dios se manifieste en tu vida, NO te quejes, NO cuestiones a Dios, si no que adórale, confía en el, y habla con el y veras su poder y misericordia.

Repite esta oración conmigo Señor Jesús, hoy reconozco que no he buscado tu palabra para conquistar las promesas, te pido por favor perdones todos mi pecados y desobediencia, límpiame con tu sangre e inscribe mi nombre en el libro de la vida, que tu bendición este sobre mi vida y familia.

 

Haz de mí una persona osada y fuerte frente a las dificultades de esta vida. Ayúdame a caminar, hablar y hacer todas las cosas de acuerdo con tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.