LLENOS DEL ESPIRITU SANTO PARTE 1

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Una de las cosas más exquisitas es tomarnos un vaso de agua fría cuando tenemos sed, podemos disfrutarlo al máximo y sacia nuestra sed.



¿Qué significa ser llenos?


Es satisfacción o plenitud total. Un Cristiano que está lleno del Espíritu Santo, es una persona sobria, que no se deja mover por emociones, ni para hablar ni para callar, sino que tiene bien presente los principios de Dios, antes de tomar o ejecutar sus desiciones y acciones.


Si somos cristianos discípulos de Cristo, el Espíritu Santo vive en ti y en mí. Lectura de apoyo Hechos 1:8, Romanos 8:9, 1 Corintios 12:12-13.


Cuando nos volvemos totalmente instrumentos por el Espíritu Santo llenos, el se convierte en la fuerza que nos mueve. Entonces debemos entender esto: Poseemos el Espíritu Santo, pero no necesariamente estamos llenos del Espíritu Santo, por lo tanto, no estamos siendo impulsados por Espíritu Santo.


Ser lleno del Espíritu santo es permitir   que el domine nuestras vidas y nos mueva en la dirección que Dios quiere que vayamos. 


“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Efesios 5:18


Unas de las grandes preguntas que muchos se hacen es ¿Cómo ser llenos del Espíritu Santo? Lo primero que hay que reconocer es que hay Espíritu Santo y que el Espíritu Santo te anhela celosamente. Él nos desea más a nosotros, que nosotros a él. Él quiere que seas lleno de él.


Sólo hay un Espíritu Santo. En el libro de los Hechos, capítulo 19, lo primero que pregunta el apóstol Pablo a los doce hombres que encontró es si ¿Habían recibido el Espíritu Santo cuando creyeron? Dándonos a entender la prioridad qué hay en conocerle y ser llenos de él.


El Espíritu Santo es más grande que el Pentecostés, es más grande que un evento de avivamiento es más grande que una cruzada de milagros y más grande que la Iglesia. De su presencia está impregnada cada página de la Biblia y toda la tierra será llena de su gloria.


Ser lleno del Espíritu Santo no debería ser una opción sino una experiencia diaria. Los hijos de Dios “todos” debemos de caminar llenos del Espíritu Santo si queremos vencer las batallas diarias.


Efesios 5:18 nos manda a ser llenos del Espíritu Santo. El verbo “llenos” que aparece aquí viene del griego “pleroo” que quiere decir “llenar hasta ser lleno”.


También significa suplir abundantemente o completar. Traer a una realización o ser lleno hasta el tope. Este es el mandato de Dios para nuestras vidas, caminar llenos del Espíritu Santo hasta el tope.


Aquí te dejo algunos pre-requisitos bíblicos que yo considero que necesitamos tener para ser llenos del Espíritu Santo. No es que Dios no quiera, o tengamos que pagar un precio ya pagado, sino que necesitamos tener la vasija preparada. 


Muchos tienen el deseo, pero no todos desarrollan una comunión verdadera con el Espíritu Santo. ÉL ES LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DE TODA LA TIERRA. Sin él, el reino no se manifiesta.



Hay que orar continuamente y fervientemente





“Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos” Hechos 1:14


La oración continua y perseverante es la plataforma principal de todo avivamiento. El Señor Jesús, le había dado la promesa del Espíritu a sus discípulos. Ellos necesitaban ser investidos con poder desde lo alto. Pero notemos cuál es la actitud de ellos.


No esperaban al Espíritu Santo estando de vacaciones y pasándola “relajados” como un club social. Ellos perseveraban en oración. Porque la oración perseverante es la antesala a todo avivamiento que queramos ver.


Si usted anhela verdaderamente ser lleno del Espíritu Santo, practique la oración perseverante, continua y ferviente (apasionada). Muchos oran, pero no oran continuamente.


La oración continua es de día y de noche, en todo momento buscando y clamando por esa presencia maravillosa del Espíritu Santo. Es como crear fuentes de poder donde Él se hace fuerte y uno es llenado por su maravillosa presencia.


Tomo este espacio para decir que el ser llenos del Espíritu Santo tiene un propósito divino y no viene nada más para experimentar lo sobrenatural. Jesús dijo: “Y recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos…” El Espíritu de Dios quiere llenarnos para capacitarnos con su poder y así ser testigos de Cristo.


La oración continua tarde o temprano terminará desatando ríos de gloria y una llenura desbordante del Espíritu Santo sobre tu vida. Si quieres ser lleno, es tiempo de buscar su rostro y su poder continuamente.


El que quiere ser lleno separa el tiempo y deja a un lado las excusas. Hay que amar la presencia del Espíritu Santo más que cualquier otra cosa.


“Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente”. 1 Crónicas 16:11



Hay que tener sed

 




“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”. Juan 7:37-38


El siguiente requisito que está conectado con el primero es TENER SED. Fíjese que no dije que usted tiene que ser perfecto, ni tener muchos títulos de teología, ni este muy capacitado, simplemente tener sed de Él. La sed es las ganas y la necesidad de beber.


La búsqueda (oración) continua debe de darse por un compromiso. Pero ese compromiso debe de ser impulsado por una sed insaciable. En el reino las cosas siempre parecerán al revés.


En lo natural cuando usted bebe y come se sacia y no quiere más. En el reino mientras más usted bebe de Dios, más quiere de Dios. Un abismo llama a otro. Lo profundo llama a lo profundo.


Todos tenemos la capacidad de tener sed, pero no todos tiene sed. Esta es la razón por la cual hay algunos que están llenos y otros no. El Espíritu Santo te anhela apasionadamente, pero nunca te forzará a amarle y a buscarle. Él es sensible como paloma.


La búsqueda debe de ser bien intencionada. El Espíritu Santo conoce lo profundo de Dios, así qué hay mirar bien la razón por la cual estamos buscándolo.


A la hora de ser llenos del Espíritu Santo los motivos son importantes. Muchos quieren ser llenos del Espíritu Santo porque quieren competir con otros, ser famosos, entre otras cosas. Nuestra sed debe de ser definida por un amor puro apasionado por su santa presencia.


El que tiene sed viene, como dijo Jesucristo. No podemos decir que tenemos sed y nunca venimos. Algo no está bien contigo, si tú dices que tienes sed por el Espíritu Santo y nunca vienes para beber de él. 


El que tiene sed, activa la búsqueda. Esta búsqueda en el creyente no es algo que no tiene, sino algo que se incrementa. Como en el matrimonio donde los dos se tienen. Pero si no se dedican tiempo para compartir ese amor nunca será cultivado y fortalecido.


Tiempo es vida irrecuperable. Cuando amamos al Espíritu Santo le dedicamos tiempo buscándolo profundamente.


Si tenemos sed venimos y bebemos, y de nuestro interior comienzan a correr ríos de agua viva. Un río comienza con un manantial y termina en un océano poderoso. La sed tiene niveles, así como lo tiene las manifestaciones del Espíritu Santo en nuestras vidas.


En Ezequiel 47 vemos esta experiencia sobrenatural con las aguas salutíferas que salen del templo. Comienzan en los tobillos, pasan a la rodilla, luego hasta los lomos y por último el profeta tenía que nadar si quería seguir. Estos son niveles de manifestaciones extraordinarios del Espíritu Santo. 


Tenemos que orar para que Dios nos dé un hambre conforme a la llenura de nadar en su río.


Esto es lo que quiere Dios, que nademos en el río de su Espíritu sin límites y fronteras. A esto se le llama la plenitud (pleroma) del Espíritu que viene siendo lo mismo que ser llenos. Donde cada parte de nuestro ser es saturado por él.

 

La sed es estar sediento y estar sediento es una necesidad, es ansias y ganas. Te pregunto algo ¿Cuál es tu nivel de sed? No me conteste porque la repuesta se ve reflejada en tu búsqueda. Tu búsqueda revela tu nivel de sed, ya que el que tiene sed busca de beber.


Bienaventurados los que tienen sed del Espíritu Santo por que serán saciados.


“Oración continua, provocada por una sed continua, producirá llenura continua del Espíritu Santo”


“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh, Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”. Salmos 42:1-2.


En estos versos la opinión del escritor en hebreo sobre la palabra “bramar” propiamente significa el quejido o clamar de un venado. Este bramido es un deseo santo el cual venimos hablando. Como el siervo brama, así mi alma tiene sed de Dios. Una sed que me lleva a llenarme.


Recuerda esta semana tu actitud, determinará que el poder de Dios se manifieste en tu vida, NO te quejes, NO cuestiones a Dios, si no que adórale, confía en el, y habla con el y veras su poder y misericordia.


 Señor mi Dios, haz de mí una persona osada y fuerte frente a las dificultades de esta vida. Yo creo que tú nunca me dejas solo, por eso puedo ser valiente y equilibrado para superar cada problema o dificultad. Tus potentes manos me dan aliento y me guían en la dirección correcta. Ayúdame a caminar, hablar y hacer todas las cosas de acuerdo con tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.


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