Necesitamos con urgencia ser llenos del Espíritu Santo, como lo profetizo el profeta Joel
28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Joel 2:28-29.
Aquí te dejo algunos pre-requisitos bíblicos que yo considero que necesitamos tener para ser llenos del Espíritu Santo. No es que Dios no quiera, o tengamos que pagar un precio ya pagado, sino que necesitamos tener la vasija preparada.
Caminar en santidad
“Tus
testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los
siglos y para siempre”. Salmos 93:5.
La
santidad es limpieza por dentro y por fuera. Nosotros la alcanzamos por medio
de la sangre de Cristo. Yo soy un santo y justo, no por mis méritos humanos
sino por medio de la sangre del Hijo de Dios. Ahora, mi nueva vida tiene que
corresponder a lo que soy.
Debemos
de manifestar la santidad que ya está en nosotros en Cristo Jesús. De una
fuente no debería brotar agua dulce y agua amarga.
La santidad es un camino que se camina. Nos conviene a todos. Le digo esto, porque sólo hay un Espíritu “Santo”. Y si anhelamos ser llenos de él debemos de separarnos exclusivamente para él. Nadie toma agua en un vaso sucio.
Así el
Espíritu Santo quiere llenar vasos limpios y así purificarlos más todavía.
Porque el que es santo, tiene que santificarse más todavía.
Limpiémonos, santifiquemos, y separémonos solo para él. El Espíritu Santo te quiere para él y para nadie más. La santidad es Él. Por eso, él nunca te llevará a hacer algo indebido o fuera de la voluntad del Padre.
Todo lo contrario, siempre te guiará
a la justicia, La Paz y el gozo. A glorificar al Hijo y al Padre en todo
tiempo. El que quiere ser lleno del Espíritu debe de caminar en santidad. ¡Y él
mismo nos santificará más!
“Elegidos
según la presencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer
y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean
multiplicadas”. 1 Pedro 1:2
Estar dispuestos y disponibles a recibir de Él
El avivamiento tiene que estar en tu corazón antes de llegar a la tierra. Manifestamos lo que concebimos por dentro. Si por dentro estamos listos, nos preparamos para una manifestación poderosa.
Dispuesto es
estar preparados (listo) para ser utilizados o decidido para hacer algo. Disponibles quiere
decir persona o cosa de lo que se puede disponer. Las manifestaciones del
Espíritu son “de repentes” y manifiestan la soberanía de Dios.
Nadie puede controlar el cómo, el dónde y el cuándo del Espíritu Santo. El Espíritu Santo cuando nos llena, se va a mover en nosotros para luego movernos a nosotros. Cuando uno es lleno por él, uno es controlado por él.
Él está buscando una Iglesia que se deje gobernar y no que lo use a su antojo.
Estar dispuesto es estar decidido a buscarle hasta encontrarlo. Y estar disponibles es poner nuestra vida totalmente a su merced una vez él se manifieste. En una está la determinación y en la otra es estar prestos para su uso.
Si el Espíritu Santo te llena, también te querrá usar.
Imaginemos que vallamos a la cocina, porque queremos usar un vaso para tomar agua. Abrimos el lugar donde están los vasos dispuestos y disponibles. Vasos lavados. Lo tomamos y los llenamos de agua para luego beber.
Así mismo hace el Espíritu Santo con nosotros a la hora de llenarnos para usarnos.
Aunque le buscamos, nunca olvides que él nos buscó a nosotros primeros. La promesa dice:
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. Santiago 4:8
Acercarse es buscarle en un incremento de comunión. Como resultado, él se acerca a nosotros, manifestándose de una manera gloriosa y de muchas formas.
Por eso, estar lleno del Espíritu Santo provoca varias manifestaciones tales como: el hablar en lenguas, la predicación poderosa de la palabra, milagros, etc.
¡Todas son sobrenaturales! No debemos de confundir ser llenos del Espíritu Santo con las manifestaciones que provoca el estar lleno.
No nos acercamos a él un Domingo una vez a la semana. Sino todos los días, porque el deseo de ser lleno es más grande que un evento en el tiempo. Esta es la hora del Espíritu Santo sobre la tierra.
El que no camina lleno de él está seco, muerto, tibio o frío y necesita conocerlo.
Inevitable
que seamos llenos del Espíritu Santo si hacemos esto. De seguro seremos llenos
hasta desbordar y produciremos el avivamiento deseado en nuestras vidas,
Iglesias y naciones.
Recuerda esta semana tu actitud, determinará que el poder de Dios se manifieste en tu vida, NO te quejes, NO cuestiones a Dios, si no que adórale, confía en él, y habla con el y veras su poder y misericordia.
Señor mi Dios, haz de mí una persona osada y fuerte frente a las dificultades de esta vida. Yo creo que tú nunca me dejas solo, por eso puedo ser valiente y equilibrado para superar cada problema o dificultad. Tus potentes manos me dan aliento y me guían en la dirección correcta. Ayúdame a caminar, hablar y hacer todas las cosas de acuerdo con tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.